El Gobierno autorizó a tres aerolíneas internacionales a operar nuevas rutas dentro de la Argentina. La medida les permite explotar servicios regulares de transporte aéreo de pasajeros y cargas en el país, de forma combinada.
La medida se enmarca dentro de la política de Cielos Abiertos que lleva adelante el Ejecutivo para desregular el sector aerocomercial y la autorización es para tres empresas internacionales de Chile, Perú y República Dominicana.
Una de las empresas beneficiadas por la decisión que se hizo oficial este lunes es Sky Airline S.A., de bandera chilena, que podrá operar la ruta aérea que une a las ciudades de San Pablo (Brasil), Santiago de Chile y Bariloche.
El Ejecutivo había autorizado a esta empresa la semana pasada para que pueda operar de forma combinada en la ruta Santiago de Chile-El Calafate y regreso, para brindar nuevos servicios regulares y también para transporte aéreo de pasajeros y cargas.
La segunda empresa que fue autorizada por el Gobierno es Arajet S.A., de República Dominicana, que podrá realizar servicios regulares internacionales de transporte aéreo de pasajeros y cargas en la ruta que une Punta Cana con Buenos Aires, y regreso.
Por último, la empresa peruana Jetsmart Airlines Perú S.A.C. quedó autorizada para explotar la ruta Lima–Buenos Aires, también para servicios regulares internacionales de transporte aéreo de pasajeros y cargas.
La iniciativa implica un sistema de frecuencias ilimitadas, es decir, cada línea aérea tendrá la libertad de determinar la cantidad de frecuencias de acuerdo a su previsión de mercado, según establece el acuerdo de la política de Cielos Abiertos.
También cada aerolínea podrá decidir la cantidad y destino de sus escalas y podrá eliminar las restricciones en los puntos de destinos. A su vez, todas las aerolíneas podrán elegir sumar destinos y capacidades de carga si así lo requieren.
El secretario de Transporte, Franco Mogetta, celebró la medida del Gobierno y destacó tanto el trabajo del presidente, Javier Milei, y como el del ministro de Economía, Luis Caputo, y el del ministro de Desregularización, Federico Sturzenegger.
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