La iniciativa logró juntar más de las 175 mil firmas necesarias para obligar al senado de Berlín a tratar el proyecto. Sin embargo parece poco probable que el proyecto pueda aplicarse.
Se supone que entre 2017 y 2030 Berlín necesitará al menos 200 mil nuevas propiedades para hacer frente al problema de vivienda.
Por lo pronto el gobierno cerró un acuerdo tras varios meses de negociaciones con las inmobiliarias Deutsche Wohnen y Vonovia y pagó 2.500 millones de euros para quedarse con 15.300 viviendas y locales comerciales.
Esas propiedades se distribuirán entre las compañías públicas de vivienda de la ciudad y se suman a otras 6 mil viviendas sociales que habían sido recompradas en 2019 a la inmobiliaria Ado Properties.
Berlín había congelado en 2019 los precios de los alquileres por los próximos tres años, una medida que caducará en 2022. Los resultados del congelamientos hicieron bajar lo precios, pero también provocaron que disminuyera la oferta de alquileres.
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