El juez Guido Otranto dispuso un operativo a lo largo de los 800 kilómetros de los márgenes. No incluirá los territorios sagrados mapuches. Por otra parte, hay nuevos testimonios que aseguran haber visto al joven ántes y después de su desaparición.
El juez federal de Esquel, Guido Otranto, ordenó un rastrillaje en los 800 kilómetros de los márgenes del río Chubut en el marco de la búsqueda de Santiago Maldonado. El operativo será por tiempo indeterminado y no incluirá los territorios sagrados de la comunidad mapuche.
Los rastrillajes comenzaron este viernes y son dirigidos por la Prefectura Nacional, con un equipo de buzos, drones, bomberos y al menos 200 efectivos de la policía federal.
El paradero del joven se desconoce desde el pasado 1° de agosto cuando fue visto por última vez en la comunidad mapuche Pu Lof de Cushamen, en el noroeste de Chubut, durante un procedimiento llevado a cabo por la Gendarmería. Los testigos que declararon ante el juez aseguraron que Maldonado resultó detenido ese día por las fuerzas federales, que actualmente es investigada por su participación en el hecho.
Más testimonios
La Justicia sumó el testimonio de dos testigos que situaron al joven en Río Negro cinco días antes de su desaparición. Las testigos María Eva Barabini y Andrea Aleuy contaron, al salir del juzgado, que el joven estuvo presente “en un evento cultural en El Bolsón el 27 de julio”. Con estas declaraciones, Otranto intenta reconstruir los últimos días en los que se vio a Maldonado con vida.
Por otra parte, un matrimonio se presentó en una comisaría de Río Grande, Tierra del Fuego, para denunciar que llevaron al artesano el pasado 22 de agosto hacia el pueblo de Tecka. Hasta el jueves por la noche, el Gobierno todavía no había contactado al matrimonio para que aporten sus datos.
La mujer, Graciela González, se mostró enfática al asegurar que el joven al cual auxiliaron en la ruta 40 era el artesano: “Lo observé mucho, era él”. Además, aclaró: “Estamos disponibles para la Justicia porque no estamos mintiendo”.
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