Después de septiembre aseguran que regresará La Niña

Un análisis del área de agrometeorología de la Bolsa de Comercio de Rosario indica que el semestre cálido estará caracterizado por precipitaciones por debajo del promedio.

La primera semana de septiembre consolidó el cambio de la dinámica atmosférica que pluvialmente había sido deficitaria durante todo el invierno.

El área de agrometeorología de la Bolsa de la Comercio de Rosario destaca que inició este mes con las precipitaciones que se fueron afianzando paulatinamente, hasta cubrir gran parte del territorio nacional con registros tan intermitentes como dispares.

En la configuración próxima del tiempo, dicen los analistas rosarinos, el próximo martes podría avanzar un nuevo sistema frontal que provocaría nuevamente condiciones de tiempo inestable, pero con probabilidad de precipitaciones relativamente baja. Hasta ese momento habrá ascenso térmico, con las lluvias probables se espera un descenso leve de la temperaturas y, luego, un nuevo aumento.

La Niña

Pensando en la perspectiva climática del semestre cálido que pronto comenzará, los agrometeorólogos aseguran que “el enfriamiento del Pacifico Ecuatorial Central -que definen la condición de la corriente de “El Niño”- está exactamente en los mismos valores que el año pasado”

Al respecto, aclaran los motivos por los cuales los cultivos no están atravesando idéntica situación crítica a la del ciclo pasado: “En primer lugar porque el otoño de este año estuvo lejos de ser tan seco como el año pasado permitiendo la recarga de los perfiles para las siembras”, destacan.

Mientras que, en un segundo punto, en el inicio de septiembre el aporte de aire húmedo, fortalecido por la anomalía positiva del Atlántico está permitiendo un excelente funcionamiento de los mecanismos regionales de transporte de humedad hacia la región pampeana, posibilitando el desarrollo de precipitaciones.

De esta forma, se transitará el semestre cálido bajo la influencia de otra Niña, probablemente de menor intensidad y con mejores condiciones de arranque.

“Puede que sus efectos negativos no sean demasiado intensos pero, igualmente, se limitará el desarrollo pluvial de la campaña gruesa al desempeño de las circulaciones de escala regional y a los aportes de humedad que pueda proveer el Atlántico”, advierten.

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