En cambio, en su entorno aseguraron que sigue en carrera y que están preparando una nueva campaña en la vía pública para despejar las especulaciones. El objetivo, claro, es tratar de que vuelva a los primeros planos y levantarse el precio de cara a una posible negociación futura.
Las especulaciones sobre el futuro de Urribarri se aceleraron con sus propios dichos, admitiendo que los candidatos kirchneristas pueden “converger” antes de las primarias. “Hace rato que vengo hablando con otros dirigentes que están recorriendo el país, o que han expresado su voluntad de presentarse en las elecciones del año que viene. He hablado con Julián Domínguez, con Agustín Rossi, y por supuesto que hay posibilidades de converger en una sola candidatura con dos o tres compañeros. Voy a hablar estos días con Jorge Taiana. Es muy probable que haya convergencia entre estos perfiles de candidatos”, admitió en unas declaraciones que fueron difundidas por su equipo de prensa.
El problema para el entrerriano sigue siendo el mismo que cuando se lanzó a la carrera presidencial: su bajo nivel de conocimiento y su escasa intención de voto. De hecho, no hay ninguna encuesta que le dé alguna posibilidad de pelear el segundo lugar de la primaria del FPV con Florencio Randazzo y sigue muy lejos de Scioli.
Pero en las últimas semanas sumó otra complicación aún más grave. El acercamiento de La Cámpora a Scioli y la posibilidad de un acuerdo para apoyarlo en 2015 ponen en riesgo de muerte la estrategia de Urribarri de ser el candidato de Cristina y el núcleo duro del kirchnerismo. Sin esa bandera, el “Pato” no tendría a qué aferrarse.
LPO había adelantado el mes pasado que la relación entre Urribarri y Cristina no pasaba por su mejor momento. El entrerriano echó semanas atrás a la agencia de comunicación de Doris Capurro, amiga de la Presidenta. Cristina le respondió despidiendo de la presidencia del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) a Mauro Alem, un economista cercano al gobernador.
Todo esto se dio justo después de que Urribarri rechazara el ofrecimiento de Cristina de asumir en lugar de Jorge Capitanich. Aunque fue tal vez el desplante más resonante que pudo haberle hecho, con esa negativa el entrerriano pudo haber salvado al menos su posibilidad de integrar un binomio kirchnerista en segundo lugar, teniendo en cuenta el ejemplo el chaqueño que llegó a jefe de Gabinete con intenciones de ser presidente y terminó como candidato a intendente de Resistencia. (LPO)
COMENTÁ LA NOTA