Las vacas abandonadas en Chernobyl se volvieron salvajes

A 35 años del accidente nuclear, los especialistas constataron que el ganado presente en la Reserva de Radiación cambió su comportamiento.

A casi 35 años del accidente nuclear de Chernobyl, la zona de exclusión de la planta establecida en los alrededores del reactor aportó nuevos datos a científicos y biólogos que estudian el lugar.

Los empleados de la Reserva de Radiación y Biosfera Ecológica de Chernobyl se mostraron en alerta tras observar que las vacas abandonadas en la zona se organizaron en mandada y presentaron comportamientos muy diferente al que se puede esperar del ganado vacuno.

Denominadas “las vacas de Chernobyl”, fueron objeto de investigación durante los últimos tres años y los biólogos llegaron a la conclusión de que los animales empezaron a comportarse como salvajes.

En ese sentido, se unieron en grupos organizados, con una jerarquía y hasta se adaptaron a las condiciones climáticas de la zona, con inviernos helados.

Según informaron desde la Reserva –ubicada en el norte de Kiev – , los terneros del grupo se mantienen protegidos entre el toro adulto y las hembras. El toro principal es el más viejo y fuerte, que actúa como líder sin expulsar a los más jóvenes del grupo, sino que los mantiene unidos para protegerlos de los depredadores.

Los investigadores llegaron a la conclusión que las vacas de Chernobyl pudieron haber adoptado los hábitos que tenían sus antepasados: los uros euroasiáticos.

Científicamente conocidos como los bos primigenius fueron extinguidas en el siglo XVII, eran animales sociales y desarrollados, que vivían en los bosques y no solían ser presa de depredadores, como los lobos. Sin embargo, la caza y el retroceso de los bosques promovieron su extinción.

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