Logran extraer el arsénico del agua y convertirla apta para el consumo

Un proyecto de la FAUBA consiguió remediar aguas contaminadas con arsénico. La tecnología se basa en el uso de carbón de una caña de bambú nativa. Apuntan a producirlo comercialmente para abordar este problema sanitario.

Investigadores de FAUBA generaron un biocarbón de bambú y un dispositivo de filtrado capaz de extraer hasta el 100% del arsénico en aguas contaminadas. El proyecto avanza en la producción de bambú y biocarbón en Misiones y busca difundir la tecnología en regiones afectadas.

«Guaduar – proyecto incubado en la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA)- apunta a sanear aguas contaminadas con arsénico. Para eso trabajamos con un bambú nativo del país, Guadua chacoensis. Lo que hacemos es fabricar biocarbón a partir de cañas de descarte, y modificarlo químicamente para que adsorba mejor este elemento», dijo Andrea Vega, docente de Botánica General de la FAUBA y directora del proyecto.

Según la docente, es una especie que se cultiva poco en el país. En estado adulto, las cañas alcanzan hasta 15 cm de diámetro y unos 20 m de altura. Sin embargo, las más valiosas para el proyecto son las que mueren en estado juvenil, ya que carecen de valor comercial y producen el mejor biocarbón.

«Este es un material poroso que en su superficie se impregna con nanopartículas de hierro en las que el arsénico queda retenido. Cuanto más pequeñas son las partículas de biocarbón, más arsénico retienen. Esta propiedad hace que G. chacoensis sea excelente para remediar aguas contaminadas», explicó Andrea.

Del laboratorio al terreno

Vega puntualizó que la puesta a punto del biocarbón se hizo en laboratorio. «Los resultados están publicados en Science of The Total Environment y en Journal of Colloid and Interface Science, y muestran que con 1 g de biocarbón obtenemos 1 litro de agua segura para consumo humano. Mientras la OMS indica un máximo de 0,01 miligramos de arsénico por litro de agua, nosotros logramos remover hasta el 100% de este elemento».

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