El organismo señaló también que «un tercio de la deforestación se hace en áreas protegidas».
Argentina está en “emergencia forestal” y un tercio de la deforestación que sufre el país se sigue consumando en áreas protegidas, a diez años de la sanción de la Ley de Bosques, según el informe anual que presentará por estas horas la organización Greenpeace.
En su informe anual, Greenpeace mostró el primer monitoreo satelital de los bosques de Salta, Santiago del Estero, Formosa y Chaco donde se concentra el 80 por ciento de la deforestación del país.
Con el monitoreo satelital, la organización pudo obtener un seguimiento mes a mes de lo que ocurría con los bosques.
El resultado mostró que, si bien el desmonte fue mucho menor en 2016, alrededor de 50 por ciento menos al promedio anual en esas provincias, más de un tercio se sigue haciendo en zonas protegidas.
“Tenemos datos precisos de cómo se está produciendo el desmonte ilegal en zonas clasificadas como rojo y amarillo que son áreas protegidas”, le dijo a Télam Noemí Cruz, coordinadora de la campaña noroeste de Bosques Nativos de Greenpeace.
En total fueron deforestadas durante el año pasado 41.595 hectáreas dentro de esas áreas protegidas. De todas ellas, más de la mitad, 22.44, corresponden a la provincia de Santiago del Estero.
Para Cruz, “la situación en Santiago es particularmente grave porque se está avanzando continuamente sobre los bosques. Pero además, hay muchas zonas donde viven comunidades campesinas, con lo cual también se agrava el conflicto social, porque existen bandas armadas para llevar adelante el desmonte”.
De acuerdo al informe de Greenpeace, la destrucción de estos bosques “tendría un impacto ambiental significativo y afectaría seriamente a muchas comunidades. Permitir el desmonte en esas zonas vulnera en forma flagrante la ley nacional vigente e ignora las demandas de la sociedad”.
Según Greenpeace, “Argentina se encuentra en emergencia forestal” ya que en el país se produce el 4,3 por ciento de la deforestación global.
En 2015, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) colocó a la Argentina en el noveno puesto de los países que menos cuidan los bosques nativos. De acuerdo a cifras oficiales citadas por Greenpeace, en siete años, desde la sanción de la ley hasta 2014, en Argentina se habían deforestado 2.107.208 hectáreas, de las cuales 626.244 correspondían a bosques protegidos.
Manuel Jaramillo, director de Vida Silvestre, opinó que este informe “muestra que nuestra ley de bosques no se está implementando. Fue muy innovadora dentro de América Latina, pero no se cumple. Faltan medidas de prevención y no hacen análisis de riesgo.
El problema es que mientras siga habiendo actividades que son más rentables porque se les baja las retenciones, con un dólar competitivo, entonces va a resultar más negocio pagar una multa por deforestar en áreas protegidas. Sabemos que va a haber deforestación, pero tiene que ser regulada”.
Greenpeace reclamó la “urgente” sanción de una ley que “establezca como delito penal al desmonte ilegal, el incendio intencional y el otorgamiento de permisos de desmonte en zonas protegidas”.
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