La secretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca intercambió experiencias con autoridades del Instituto de Fibras Naturales y Plantas Medicinales de Polonia, organismo pionero en desarrollar variedades de cáñamo tras la Segunda Guerra Mundial.
Este acercamiento fue en el marco del Programa Polaco de Cáñamo (PHP), que busca afianzar el intercambio de conocimiento y tecnología para la producción local, como también conocer la experiencia industrial del Servicio de Sanidad Vegetal e Inspección de Semillas (PIORIN) de Polonia.
Del mismo intercambio, participaron el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y el Instituto Nacional de Semillas (Inase).
«Es fundamental que el estado acompañe el desarrollo y el sector privado sea el motor de la industria nacional. Este contexto está generando interés en cada vez más sectores del país para desarrollar sus economías regionales y fortalecer la resiliencia de sus industrias», expresó Gabriel Giménez, director del Inase y de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame).
Además, los representantes de los organismos nacionales se reunieron con la empresa Industrial Hemp Solutions (IHS).
Esta firma realizó diversos ensayos de validación genética en un total de 12 locaciones estratégicamente seleccionadas en Argentina y Uruguay, durante la campaña 2022-23.
«Con el apoyo de la embajadora polaca Aleksandra Piatkowska, IHS convocó a autoridades nacionales y provinciales a conocer la labor del PHP y comprender el potencial que pueden aportar al país para adelantar 80 años de desarrollo genético», precisó el comunicado de prensa de la secretaria.
Además, esta iniciativa cuenta con tecnología para diversas aplicaciones industriales como química, construcción, textil, cosmética, biocombustibles y alimentos.
Por su parte, el director del programa polaco, Witold Czeszak, sostuvo que la década de experiencias y tecnologías implementadas en Polonia impulsaran a América del Sur a «crear un mercado estable y económicamente eficiente», precisó.
Luego, el director de Innovación y Nuevos Negocios de IHS, Maximiliano Baranoff agregó que la experiencia de la campaña 2022-23 demostró la «excelente» adaptación del cáñamo en dichos países y que el objetivo es escalar la superficie a nivel extensivo «para demostrarle al productor que el paquete tecnológico ya se encuentra a disposición en ambos países».
De modo que, la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Unidad de Gestión Técnica del Cannabis y el Cáñamo Industrial del Senasa, y el Inase, evaluarán la capacidad del cáñamo de fitorremediación de suelos en diversas provincias, la validación de su categoría de «superalimento», junto con el impacto positivo en la nutrición animal y la transformación de su materia seca en biocombustibles.
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