El miércoles se realizó la cuarta Sesión Ordinaria del 142º Período Legislativo. Fue en el recinto de la Cámara de Diputados para garantizar el distanciamiento como medida de prevención por el Covid-19, y fue presidida por la vicegobernadora Laura Stratta.
En una nueva sesión ordinaria de la se aprobó el proyecto de ley de autoría de la diputada Carina Ramos para incluir la Perspectiva de Género en el sistema presupuestario provincial.
También se aprobó el proyecto de Ley del Poder Ejecutivo que incorpora la exención de Ingresos Brutos a la actividad de construcción realizada o ejecutada en el marco del Procrear o del Programa Casa Propia – Construir Futuro.
Además, se aprobó el proyecto de Ley que declara Ciudadana Ilustre de Entre Ríos, a la reconocida cantante Liliana Herrero.
“Es un símbolo de lucha de las mujeres en los años más oscuros de nuestra historia. Ha logrado transformar el dolor en arte como resistencia y a lo largo de su trayectoria demostró ser una referente para nosotras”, dijo Claudia Gieco al hacer uso de la palabra. Respecto del lugar en la música latinoamericana, indicó que la villaguayense “es una referencia ineludible e imprescindible”.
Homenaje a la figura de Hernán Pujato
“Quiero rendir homenaje a la figura de un diamantino que es de vital importancia para la historia de nuestro territorio antártico. Este 17 de abril se cumplieron 70 años de la creación del Instituto Antártico Argentino, constituyéndose en el primer organismo mundial dedicado exclusivamente a las investigaciones científicas antárticas. Su fundador y primer director fue precisamente el Coronel Hernán Pujato, pionero antártico”, dijo la legisladora.
Nacido el 5 de junio de 1904 en Diamante, Pujato egresó del Colegio Militar en 1924. En sus años de oficial subalterno fue destinado al Regimiento de Infantería de Montaña 16, y luego al Centro de Instrucción de Montaña, ambos en Mendoza, donde adquirió la capacitación de esquiador militar y la aptitud de Cóndor Dorado, realizando una importante actividad de montaña.
En 1947 fue agregado militar en Bolivia, en donde expuso su plan antártico al entonces presidente Juan Domingo Perón. El proyecto estratégico constaba en navegar costas adentro al continente blanco, relevar su topografía hasta el Polo, establecer bases, refugios y una población permanente de familias en la actual Base Esperanza. El 12 de febrero de 1951, lideró la Primera Expedición Científica a la Antártida Continental; días más tarde inauguró junto a la dotación, la Base General San Martín. Allí, se izó por primera vez la bandera nacional al sur del círculo polar antártico.
La creación del Instituto Antártico respondió a la necesidad de un organismo especializado que en forma permanente, oriente, controle, dirija y ejecute las investigaciones y estudios de carácter técnico-científicos vinculados a la Antártida que se venían desarrollando desde principios del siglo XX. Desde sus orígenes, impulsó el desarrollo de estudios científicos polares y constituye el pilar fundamental del Programa Antártico Argentino.
En 1953 y por iniciativa del coronel Pujato, se construyó el primer rompehielos argentino, el ARA General San Martín, lo que permitió realizar actividades argentinas al sur del Mar de Weddell, región que se encontraba inexplorada hasta ese momento.
El 8 de diciembre de 1954, el flamante buque es entregado a la Armada Argentina y ese mismo verano parte rumbo a la Antártida, donde logra la primera penetración del Mar de Weddell y la instalación de la Base General Belgrano.
Desde esta base, el general Hernán Pujato realizó una serie de vuelos exploratorios en los que logró los mayores descubrimientos geográficos argentinos en la Antártida. La Aviación Naval y la flamante Fuerza Aérea Argentina participaron también de este gran despliegue; realizaron un puente aéreo entre ambos continentes gracias a sus hidroaviones y a aerolanzamientos.
En 1956 Pujato regresó de la Base Belgrano y en 1957, siendo general de división, pidió el retiro.
El 7 de septiembre de 2003 falleció en el Hospital Militar Campo de Mayo, a los 99 años de edad. Sus cenizas fueron llevadas a la Antártida en el 2004, cuando se cumplieron 100 años de permanencia argentina en la Antártida.
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