Luego de sufrir bastante en la fase de grupos de la Copa Libertadores pero habiendo conseguido la clasificación una fecha antes del cierre, nadie podía o quería imaginarse que a Boca le tocaría cruzarse con su último «verdugo» Corinthians tan temprano, precisamente en los octavos de final. Pero el ordenamiento de los que avanzaron así lo dispuso y el equipo cambió el «chip» para seguir con vida en el certamen continental que todos desean ganar.
Más allá de perder tres partidos (dos ante Toluca y en casa con Nacional de Montevideo), el «Xeneize» de Carlos Bianchi pudo cerrar su acceso a la ronda de los 16 elencos más destacados y, por su mala performance en el Torneo Final, priorizará su «suerte» en esta competencia porque el sueño máximo pasa por alcanzar a Independiente como el más ganador y de esa manera anotarse en el Mundial de Clubes que organizará Marruecos en diciembre.
Fuente: Playfútbol.
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