«Hola Yuyo lo quiero saludar, soy el Papa Francisco», fueron las primeras palabras del Pontífice. Detalles del diálogo en esta nota.
La llamada más impactante para los padres de Micaela Garcúa, llegó en el mediodía del domingo: el Papa Francisco se comunicó para expresarles su solidaridad.
Era el mediodía, y un número privado de manera insistente sonaba en el celular de Néstor “Yuyo” García, el padre de Micaela. Pensando que se trataba de algún medio periodístico lo dejó sonar sin atenderlo, para tomar una pausa del asedio de este último tiempo.
Los llamados comenzaron a las 12.38 pero finalmente a las 14.07 el hombre decidió atenderlo y una voz le dije: “Hola Yuyo lo quiero saludar, soy el Papa Francisco”.
Frente al impacto de la llamada, el Papa, siguió: “un amigo en común me dio su teléfono (sería Emilio Pérsico). Quería saludarlo y llevarle un poco de paz a usted y a su familia. Sabe que me interioricé mucho en la lucha de su hija”.
Frente a la emoción, García se quebró y se arrojó en la cama con el celular en su mano. El pontífice entendió la situación y respetó el silencio provocado por la emoción del padre de Micaela.
Luego Francisco le expresó, que deseaba entregarles el acompañamiento y la bendición para la joven asesinada y toda su familia, manifestándole que iba a “rezar mucho por ellos”.
“Le dije que quería conocerlo personalmente y él me contestó que en algún momento nos íbamos a encontrar”, dijo García a Radio Máxima.
Según publicó Elonce.com, luego el Papa también habló con Andrea, la mamá de Micaela, compartiendo un mensaje de paz y contención.
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