«El maltrato animal no existe en las jineteadas», aseguró campeón de Jesús María

Carlos Arias, dos veces campeón de Jesús María y tres veces ganador de Diamante, respondió a las críticas que giran en torno a las jineteadas. Un tropillero, en tanto, invitó a proteccionistas a interiorizarse sobre este tipo de eventos.

Carlos Arias, dos veces campeón de Jesús María y tres veces ganador de Diamante, respondió a los cuestionamientos que giran en torno a las jineteadas en Gualeguaychú.

Para el jinete, se trata de una “lucha de no entender de qué se trata, por el que venimos bregando desde hace un buen tiempo con algunos proteccionistas que entiendo no están debidamente informados de qué se trata una jineteada”. “Puedo asegurar que no existe maltrato hacia los caballos”, sentenció en diálogo con ElDía.

«El animal que se destina a jineteadas es el que menos trabaja. Hay ejemplares que van una sola vez al mes a un campo de jineteada. En la categoría crina, que yo hago son 8 segundos; mientras que en la grupa 12 y en el basto son 14. Después pasan sus días en el campo comiendo, tranquilos, sin que nadie los moleste”, agregó.

Según Arias, el Festival de Jineteada y Folclore de Diamante es la “fiesta mayor de los entrerrianos”; pero remarcó que “el sueño de todo jinete montar en el Festival Mayor de Jesús María”.

“Se gana un dinero, sobre todo en Jesús María donde se puede obtener hasta 12 premios en una noche y andando más o menos siempre sumas un premio que ayuda en la economía de cada jinete, pero más allá del dinero está la gloria que te deja ganar un campeonato y el premio de la rastra que no te lo olvidas más y te marca de por vida”, explicó al señalar que ganar la rastra de campeón es “muy difícil y no cualquiera la obtiene”. Arias tiene dos rastras, la de los campeonatos del 2004 y 2005 respectivamente.

Palabra de Tropillero

Ricardo Otero (56 años) lleva las jineteadas en la sangre. Hombre de a caballo se crió prácticamente en los corrales de la Sociedad Rural donde trabaja con las distintas firmas martilleras de la ciudad. Tiene una tropilla “Los Estancieros”, la mayor parte de la misma a campo y algunos animales en un potrero que se encuentra en el fondo de su casa. Allí los alimenta con fardos y ración. De noche quedan bajo un galpón con una condición corporal excelente.

El tropillero diferenció “la jineteada que es un deporte, una tradición y otra la doma que consiste en amansar un caballo, hacerlo de andar con mucho de conocimiento y de paciencia”. “Aprendí de la gente campera y todo lo que se lo cultivé de paisanos baquianos en la doma”, aseguró.

Otero señaló que no está de acuerdo con aquellos que “remarcan que en los campos de jineteada se maltrata a los animales. Y si bien estoy de acuerdo con la Protectora que cuide a los animales, pero tienen que entender que el caballo de la jineteada tiene una muy buena calidad de vida; pasa sus días en el campo y comiendo ración como el resto de la tropilla”. Y en se sentido, ejemplificó: “Hace un mes atrás, uno de mis caballos estuvo tres segundos en la pista porque volteó al jinete y recién en el mes de diciembre vuelve a escena y después en Enero”. De hecho, contó que hace unos días “murió un ejemplar que tenía 36 años es decir un animal longevo y bien cuidado”.

Con respecto a quienes critican las jineteadas, Otero los invitó a que vayan a ver los caballos de tropilla. “Hay gente que tiene tropillas numerosas con 50 animales con sus respectivos comederos, con ración a la mañana y a la noche”, indicó.

También, agregó que sería bueno que “fueran a las jineteadas y vean a los ejemplares en los corrales”. Allí se van a “encontrar con animales bien comidos, fuertes, siendo el de las jineteadas, el caballo que mejor la pasa, si los comparamos con otras actividades deportivas en donde también se los trata muy bien”, cerró. (Fuente: ElDía)

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