- Por Gonzalo Schmidt (*)
Cada vez hay más emisoras de Frecuencia Modulada -FM- en grandes y pequeñas ciudades que optan por retransmitir otras radios, en su mayoría pertenecientes a multimedios ubicados en la Ciudad de Buenos Aires.
En tiempos de crisis y donde la torta publicitaria se achica, estas acciones van en detrimento de las producciones locales, de aquellos que optan por informar sobre la realidad de su ciudad o localidad, a través de su FM o sitio web.
Las repetidoras, tienen la ventaja de contar con escasa mano de obra, por ende tienen costos sensiblemente menores a los de aquellos que optan por generar contenidos propios. Es decir, una FM que retransmite a otra radio, puede funcionar con una consola y una computadora, con la luz apagada, a puertas cerradas y sin personal.
Lo paradójico de esta situación, es que en muchos casos reciben abultada pauta oficial por parte de municipios, reparticiones provinciales y también desde el sector privado, que en ocasiones cae en el engaño de que su negocio saldrá al aire en la radio principal con llegada a todo el país, cuando esto obviamente no es así.
A ello se suma, que un solo empresario a veces tiene varias radios que repiten diferentes emisoras y sin ningún programa propio. Es decir, que todo lo que ingresa en pauta publicitaria, queda en una sola mano.
En este contexto, por parte de los oyentes, se pierde algo tan valioso y necesario como la información local. Se conoce más qué indica el pronóstico del tiempo en Buenos Aires o Rosario, que lo que está pasando a la vuelta de su casa. Sin embargo, se esta cada vez más lejos de que se regule esta situación.
(*) Director de IN, Licenciado en Comunicación Social.
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