El Servicio Penitenciario secuestró cocaína y un teléfono celular en la celda que ocupa el productor agropecuario detenido en el marco de una investigación por delitos de narcotráfico. Según se indicó a Página Judicial, el hallazgo se produjo durante una requisa de rutina.
Leonardo Airaldi revolucionó la unidad penal en apenas cinco días, con una demostración elocuente de su poderío económico y una gran capacidad para tejer vinculaciones.
El Servicio Penitenciario secuestró este jueves un teléfono celular y una mochita de cocaína en la celda que ocupa el productor agropecuario detenido en el marco de una investigación por delitos de narcotráfico. El hallazgo se produjo en horas de la mañana durante una requisa de rutina, según indicaron fuentes policiales.
En los días posteriores a su detención, allegados al productor agropecuario dejaron trascender que Airaldi padece severos problemas de consumo, lo que deberá ser corroborado por el médico de la justicia federal. Sin embargo, el dato que llama la atención de los investigadores es el hallazgo del teléfono celular, por lo que intentarán establecer la trazabilidad del dispositivo a fin de determinar cómo ingresó a la unidad penal y se realizarán pericias para comprobar si ha tenido actividad en los últimos días y eventualmente acceder el detalle de las comunicaciones.
El ruralista, ex titular de la Sociedad Rural de Diamante, está acusado de haber desarrollado actividades de comercio de estupefacientes, con base operativa en Las Cuevas, una zona rural surcada por diversos ríos y arroyos, e incidencia en Paraná y Diamante. Fue detenido el 8 de marzo, junto con otras cinco personas en distintos allanamientos en lo que además se incautaron armas de fuego, una importante cantidad de dinero en efectivo, marihuana y frascos con ketamina. El domingo fue imputado formalmente el juez federal Leandro Ríos y se abstuvo de declarar, siguiendo el consejo de sus abogados defensores Pedro Fontanetto y Germán Palomeque.
Los investigadores han dicho que Airaldi “era dueño y señor de un territorio muy difícil” por sus características geográficas que presenta la zona fluvial en la que se desenvolvía; pero también en virtud de su capacidad para tejer vinculaciones con la política –a ambos lados de la grieta– y las fuerzas policiales y de seguridad.
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