- Escribe Gonzalo Schmidt (*)
Si bien tengo trabajo, no me gusta ser conformista y además, en este momento con la inflación que dejó el gobierno anterior y que el actual aún no pudo resolver -es pronto todavía para hacer una evaluación al respecto- la plata no alcanza.
A lo que voy es que fui a algunos lugares puntuales y en la mayoría de ellos con suerte te reciben el CV y seguramente quienes lo tienen que ver para contratarte o no, ni lo leen. En muchos de los casos va a la basura. Uno a veces espera que se tomen unos minutos y te reciban cara a cara, pero no pasa. Yo soy de los que creen en el contacto personal…
En fin, a lo que voy con este posteo y lejos de hacerme la víctima, es a que ustedes que tienen mínimanente sus necesidades satisfechas no critiquen a la gente diciendo «son vagos», «no quieren trabajar», «les gusta ser mantenidos», etc. Si a mí me cuesta, que no soy nadie, pero mínimamente tengo estudios, zapatillas, entre otras características que entran en los «estereotipos» aceptados socialmente hasta hoy por una mayoría; ¿Ustedes se imaginan lo que siente alguien que no tiene nada de eso a la hora de tener que salir a buscar trabajo? Hablo de las condiciones de igualdad, desde dónde se parte. Alguien que ya desde su casa no tiene las necesidades cubiertas, no pudo estudiar, vive en la periferia, es negrito/a, tiene tatuajes, las chicas trans y podría seguir enumerando. No es discriminar, es la realidad, lo que pasa en la calle.
Entonces si vos/usted no sabe de esas realidades y tampoco puede o quiere ayudar, mínimamente trate de no discriminar. Digo «trate» porque creo en la libertad de expresión total, si lo quiere hacer hágalo, todos somos libres de opinar, pero duele leer algunos pensamientos. Estos de última hablan más de lo que es usted, que del otro/a.
(*) Licenciado en Comunicación Social. La publicación fue realizada en su cuenta en Facebook.
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