*Por Gonzalo Schmidt
Ante un triunfo o una derrota electoral, generalmente no es un único factor el que influye. En este caso, muchos se preguntarán porqué perdió nuevamente el justicialismo en Isletas, teniendo en cuenta que venían trabajando desde hace tiempo y conformaron un equipo interesante, integrado por personas de diferentes sectores de la localidad, con lo importante que es esto en un lugar donde suele haber cierta división entre peronistas y radicales.
Sin embargo, no le alcanzó al peronismo para “recuperar” nuevamente la localidad. En esto, según un punto de vista muy personal y sin censura, que puede ser discutido, tuvieron que ver varias causas:
- El escaso arrastre que generó Daniel Scioli y Gustavo Bordet, debido al enojo que existe entre cierto sector del campo con el Gobierno Nacional, en especial centrado en la figura de Cristina Fernández. Esto se vio reflejado claramente en las dos mesas de la Escuela N° 14, -único lugar de votación- donde ganó Alcides Wolf en la mesa de votantes más relacionados a la producción agropecuaria y perdió por un voto en la de quienes están más cercanos a la actividad pública.
- La campaña inteligente de Alcides Wolf, que trató de despegarse de la actual gestión local o directamente no fue acompañado, al menos durante sus apariencias públicas, y visitó a casi todos los vecinos, sin importar su color político. Presentó propuestas y en todo momento habló de pluralismo. No es un radical duro.
- A partir de acá, comienzan las causas que tienen que ver directamente con el interior del PJ isletense. Existe una interna entre el sector que lidera el ex tesorero comunal, Gerardo Schönhals, lo cual indefectiblemente restó algunos votos. Antes que no se sienten a dialogar, no cambiará esa situación.
- La cercanía con el polémico jefe de la Zonal Diamante de Vialidad, José Luis Isaac, quien en varias oportunidades trató mal a la actual gestión radical y al propio Wolf. Lo mismo sucedió con algunos vecinos, que por el simple hecho de solicitarle el arreglo de un camino, sufrieron distintas calificaciones. Estos tipos de aprietes, ya se terminaron, el ciudadano sabe que el empleado público le debe responder, en este caso con obras, o al menos con un “no tengo los recursos” y un trato cordial.
- El pedido de Daniel Krämer de votar la boleta completa del FpV, que en la sociedad actual ya no es bien recibido, porque muchos ya no eligen partidos, optan por las personas y menos aún, quieren que les digan cómo o a quién votar.
- El desgaste que sufrió Luis Chémez y le pasaría a cualquier otro candidato, al lanzar su candidatura varios años antes.
Los puntos anteriores podrán ser bien o mal recibidos, hasta podrán ser calificados que responden a cierto sector político o serán ninguneados, pero antes que no se haga una autocrítica interna y no se tome esta opinión como crítica destructiva, seguramente habrá radicalismo para rato en Isletas.
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