Productores hortícolas y tamberos, en vilo por el calor

La ola de calor y la sequía impactan fuertemente en los productores que trabajan a cielo abierto. Cayó la producción y se refleja en los precios minoristas

Las temperaturas máximas que en estos días superan los 40° en la región y la ausencia de lluvias tiene en vilo a los productores entrerrianos, que comenzaron a sufrir los efectos del calor extremo, que seguirá afectando al país al menos hasta el domingo, cuando las lluvias podrían traer un alivio, según anuncia el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

La situación tiene en vilo a diferentes sectores y ya impactó drásticamente en el cordón hortícola y en los tambos, provocando una caída en la producción, que comenzó a verse reflejada en faltantes en las góndolas y una suba de precios por este desfazaje entre la oferta y la demanda.

En el caso de los horticultores, el sol abrasador está quemando en muchos casos las plantas o no permite que crezcan de manera adecuada. Y en plena temporada de cosecha de verduras de hojas y otras hortalizas de consumo masivo, se enfrentan a la fuerte sequía, que ni siquiera el riego artificial con el que cuenta la mayoría de los establecimientos alcanza a mitigar.

En medio del drama que atraviesan, Daniel Brandolín, productor hortícola y vendedor, aseguró a UNO: “Las pérdidas son altísimas, rondan el 80%. Y no hay mucho que podamos hacer. En algunos lotes alcanzamos a regar, pero no nos alcanza para mucho. El 20% que está quedando de lo sembrado de lo que son verduras de hoja, como acelga, perejil y demás, se están quemando; los melones, típicos de esta época, también se están asoleando”.

Según contó, esto repercutió en los valores de venta, y comentó: “Se movieron bastante los precios, al no haber oferta y continuar la demanda. Se ve por ejemplo en la lechuga, la acelga, el perejil, el zapallito, el tomate y la rúcula”.

“Es impresionante la situación y esto va a repercutir todavía más, de acá a un tiempo. Va para largo, porque casi no se está sembrando. Y nos estamos quedando sin mercadería, está quedando muy poca verdura debido a la gran sequía”, dijo, y explicó: “Actualmente no se está sembrando, porque si bien la mayoría tenemos riego y se trata de mantener la planta, llega un momento en que no crece más o se quema igual con tanto calor. El sol es tan fuerte, que así como a las personas nos afecta exponernos, a la planta también: termina no aguantando más”.

Sobre este punto, sostuvo que una “buena lluvia” en los próximos días es lo que le falta al sector para aliviarse: “Eso cambiaría el panorama”, refirió.

Por su parte, Silvia Berzano, presidenta de la Asociación de Productores Hortícolas de Entre Ríos (APHER), lamentó: “Los que tenemos la verdura a campo abierto no tenemos una forma de protegerla. Lo único que nos queda por hacer es mandarle agua, pero no nos alcanza el tiempo para ir moviendo caños y todo eso”.

“Esta semana hubo 42° y si nos descuidamos, se nos puede llegar a quemar la lechuga o cualquier mercadería. En el caso del zapallito, el pepino y todo eso en que la flor cuaja, si uno no le está mandando riego, la planta se debilita y termina perdiendo la flor”, advirtió.

Asimismo, evaluó: “Hace tiempo que no llueve y se ha perdido mucho ahora, pero principalmente se va a perder más al no poder avanzar en la siembra para los próximos 30 o 45 días. Paramos de sembrar porque no se puede seguir tirando semillas, ya que no nos da el tiempo de regar. De casualidad llegamos con lo que ya está sembrado. Creo que a la mayoría nos está pasando eso y las pérdidas ya están repercutiendo en los precios del mercado”.

Sector lechero

También el sector lechero está asolado por las altas temperaturas, y al estrés calórico de los animales se le suma la escasez de alimento. Sobre este punto, Víctor Veik, ingeniero agrónomo especialista en producción lechera y productor de la zona de Maciá, explicó a UNO: “En la actualidad se está incrementando el problema de la sequía, pero en el rubro lechero está pegando fuerte desde hace un tiempo. No es que arrancó ahora, sino que ya desde el mes de octubre empezamos a tener merma en los rendimientos de las pasturas y demás, porque la cantidad de agua que vino cayendo en el segundo semestre de 2021 ha sido muy reducida. De este modo en la primavera, que es la estación en la que las pasturas producen su mayor cantidad de forraje en todo el año, estuvieron limitadas”.

En este marco, señaló: “Por este tema, en general se hicieron muy pocas reservas de rollo de pasturas en base a alfalfa principalmente, y esto fue perjudicial. Ahora puntualmente la sequía está pegando muy fuerte y especialmente en todo lo que son los cultivos de maíz que se sembraron para reserva, que normalmente en lo que son las explotaciones tamberas se cultiva para hacer picado de planta entera y hoy en día los rendimientos están siendo muy malos; aparte de que se están secando en forma anticipada, con lo cual cae muchísimo la calidad de ese producto. O sea, estamos teniendo poca cantidad y de mala calidad”.

Veik observó que “el panorama es bastante adverso”, y precisó que esta cuestión se ve agravada por la ola de calor: “Ahora esta ola de calor está pegando directamente en el confort de los animales, especialmente en aquellos establecimientos que no tienen la suficiente cantidad de agua para que todos los animales puedan tomar la que necesitan; y en aquellos que no tienen sombra para que puedan estar refugiados al menos en las horas de mayor calor e insolación. El hecho de que no haya sombra es muy dañino”, remarcó.

Sobre el impacto en la producción, analizó: “Realmente está viniéndose a pique, de una manera estrepitosa. No es raro encontrar establecimientos los que en estos días va a caer más de un 50% su producción diaria de leche, fundamentalmente en aquellos que no tienen ningún tipo de confort de agua y sombra para darle bienestar a su rodeo”.

Con respecto a si es factible que esto genere mortandad de animales, sostuvo: “Se deben tomar recaudos. De lo contrario, va a ocurrir, y el porcentaje de animales que se muera va a ser en función a cómo tengamos cubiertas sus necesidades de agua y sombra”.

En cuanto a la posibilidad de que esta situación provoque la proliferación de enfermedades, indicó: “Los animales se encuentran tan estresados por tratar de refrigerar su cuerpo, que está al 100% disponible para tratar de disipar el calor que ellos acumulan, que empieza a trabajar de forma errática sus sistema inmunológico. Y por ende el ingreso d enfermedades y demás es mucho más fácil. Aunque pase la ola de calor, seguramente vamos a estar viendo en los próximos 10 o 15 días la aparición de algunas afecciones de tipo virósicas que van a afectar la producción de leche y por ende también la salud de los animales, especialmente mastitis y ese tipo de enfermedades patológicas”.

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