Qué necesita una empresa para crecer en la elaboración de harinas orgánicas certificadas

José Amuchástegui, CEO de Bapan Argentina, está revolucionando el mercado de harinas con su enfoque orgánico certificado. De todas maneras, reconoce obstáculos como el tratamiento impositivo y la falta de tecnología específica para el sector.

En un mercado cada vez más consciente y exigente en materia de alimentación saludable y respeto por el medio ambiente, Bapan Argentina se destaca por su compromiso con la calidad y la sostenibilidad. José Amuchástegui, quien decidió en 2013 incursionar en formas de producción alternativas a lo convencional, ha logrado materializar su visión a través de la elaboración de harinas «agroecológicas» certificadas.

El proyecto comenzó en el establecimiento «Paititi», de Esteban Zugasti, integrante de «La Alianza del Pastizal», donde se producen conservando el ecosistema nativo de los pastizales pampeanos. Allí nació la idea de agregar valor a los granos de trigo y otros cultivos para producir harinas orgánicas certificadas, un producto de consumo masivo con un diferencial amigable con el ambiente.

Amuchástegui, con experiencia previa en el corretaje de granos y como miembro de la Comisión Directiva del Movimiento Argentino para la Producción Orgánica (MAPO), lanzó su propia marca en 2019. Desde entonces, Bapan Argentina ofrece harinas de trigo 000 y 0000, e integrales, certificadas como orgánicas, así como harinas de otros cultivos como centeno y trigo sarraceno, cultivados sin agroquímicos ni fertilizantes de síntesis química.

 El compromiso con la conservación y la biodiversidad es fundamental para Amuchástegui y su equipo. Trabajan junto a organizaciones como «Aves Argentinas» para promover la conservación en campos agrícolas, buscando campos que practiquen la producción y conservación agroecológica.

Aunque el mercado de harinas orgánicas es un nicho, Amuchástegui ve un crecimiento potencial, especialmente si la Argentina se estabiliza económicamente. Sin embargo, señala obstáculos como el tratamiento impositivo y la falta de tecnología específica para el sector.

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