El temblor ocurrió a unos 61 kilómetros al este de Río Grande, sobre la Falla del Fagnano, donde sucedió una fractura de primera magnitud en la corteza terrestre que divide a la provincia en dos. El geólogo e investigador del Conicet, Jorge Rabassa, explicó que la región austral del país, Tierra del Fuego y Santa Cruz «es una región sísmica de grado 3, solo superada por Mendoza y San Juan», por lo que «la actividad a lo largo de la falla geológica de la región es constante».
«Es difícil de creer, pero los instrumentos registran en esta región entre 10 mil y 12 mil sismos por año, pero la mayoría son de una intensidad tan baja que los humanos no lo percibimos, pero los instrumentos sí», dijo el experto. «En una zona de riesgo sísmico de grado 3 como esta, es totalmente lógico escuchar que cada tanto se producen sismos. Su magnitud ha sido mediana y el epicentro en el mar, no en un área urbana», agregó Rabassa a Aire de Santa Fe. «Toda esta región está atravesada por gigantescas fracturas, que llamamos fallas, y el movimiento de las placas va generando energía que se va acumulando en la corteza terrestre. Esa energía, finalmente, en un momento se libera», explicó.
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