“Sentimos el desamparo”, advirtió la dueña de una casa que fue completamente desvalijada en Colonia Avellaneda. Y la familia lo siente así tanto por el robo que sufrieron cuando estaban de vacaciones como porque la Policía no encontró elementos ni pistas sobre los ladrones, que podrían ser de la misma zona.
“Vaciaron la casa entera”, describió la damnificada sin exagerar. El hecho sucedió a fines de febrero, cuando la familia regresó de un viaje. Según se pudo reconstruir, los delincuentes ingresaron por una ventana lateral, para lo cual forzaron las rejas reforzadas con un gato hidráulico. Calculan que habrían estado dentro de la vivienda todo un día, o incluso podrían haber actuado durante más de una jornada.
Se llevaron cuatro Smart TV, dos computadoras, un equipo de música, herramientas varias (amoladora, taladro, entre otras) y los placares quedaron vacíos: sustrajeron toda la ropa y todos los calzados, por lo que la familia quedó con lo puesto y lo que había llevado en las valijas. También se apoderaron de una guitarra, micrófonos, cuchillos, dinero que estaba escondido, alhajas y perfumes. Hasta tomaron bebidas que había en la casa y vaciaron un freezer que estaba lleno de alimentos. La lista es larga y calculan que el valor de lo robado ronda el millón y medio de pesos.
La Policía fue a la vivienda el mismo día de la denuncia, hicieron el relevamiento de rastros y otras tareas de rigor, pero las víctimas no volvieron a tener novedades desde entonces. Mucho menos han tenido noticias del fiscal que interviene en la causa y debe ordenar medidas de investigación.
A los dos o tres días del hecho, integrantes de la familia recorrieron el predio lindero, un descampado por donde llegaron y se retiraron los ladrones. Allí encontraron algunos elementos que utilizaron para envolver las cosas que se iban robando y otros elementos que se les fueron cayendo en el camino. Dieron aviso a la Policía, pero -según denuncian- nadie fue a constatar ni a buscar indicios en esos elementos. Por ejemplo, había una lata de bebidas que podría haber tenido una huella dactilar.
Los damnificados sienten que no se han ocupado debidamente ya que un par de días después de haber denunciado este robo, sucedió el asalto a la estación de servicios YPF del Acceso Norte, que al día siguiente quedó esclarecido. “Me robaron más plata que a la estación de servicios y no le importa a nadie”, lamentó la dueña, y agregó: “Uno trabaja, cumple y paga sus impuestos, y la comisaría tiene un solo patrullero”.
La situación de inseguridad en Colonia Avellaneda se ha agravado en los últimos meses. “A todo el mundo le han robado”, aseguran vecinos que el lunes fueron a reclamar por esta situación frente a la Municipalidad.
En cercanías a la casa desvalijada han ocurrido otros hechos, como a una fábrica metalúrgica donde le robaron una valiosa maquinaria y hasta un dispenser, que días después estaba siendo ofrecido a la venta en un kiosco ubicado a unas cuadras del lugar. Por eso creen que los responsables de estos delitos son personas que viven en la zona, y que desde hace un tiempo se radicaron en asentamientos irregulares.
“Se cansan de robar en la zona y nadie hace nada”, se quejaron otros vecinos. (Fuente: UNO Entre Ríos)
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