La avioneta robada en Victoria tenía rumbo a Paraguay

El aparato fue visto por última vez cuando sobrevolaba la zona de Resistencia, Chaco. Se trata del Cessna que se llevaron del Aeroclub de Victoria.

“Un grupo de aproximadamente cinco personas se comunicaron el lunes con la Asociación de Paracaidistas de Victoria, la cual tiene su sede en el aeroclub de esta localidad, y contrataron el servicio para realizar un salto tándem”, informó Juan Carlos Sánchez, responsable del Aeroclub de Victoria y delegado de la ANAC –Administración Nacional de Aviación Civil- en esa ciudad.

El salto tándem es una variante del paracaidismo convencional, en la cual un aprendiz de paracaidismo salta junto a un instructor, ambos unidos por medio de un sistema de doble arnés. Precisa de una breve formación en tierra, donde se explican distintos aspectos del salto, principalmente relacionados con seguridad.

Los falsos clientes del servicio que brindan los profesionales deportistas aseguraron que era para realizar una despedida de soltero porque la idea era arrojar al novio en paracaídas.
Fue tan convincente el proceso de la supuesta contratación que el martes de mañana, estos sujetos, al arribar al aeroclub, poco antes de las 9, entablaron las conversaciones con dos de los instructores y en un momento determinado, se terminaron las gentilezas y los engaños y se pasó de repente a la cruda realidad.

Los visitantes desplegaron armas y apuntaron a los presentes, advirtiéndoles, luego de reducirlos, que los iban a maniatar y a dejar en ese lugar.

Así fue que dejaron encerrados y maniatados a dos paracaidistas, un ayudante y al sereno de la institución dedicada al vuelo.

Cargaron todos los equipos de paracaidismo. Entre ellos –los delincuentes- había un piloto, encendieron el motor y se dieron a la fuga”, indicó Sánchez.

Respecto de los pocos datos que se tiene de los ladrones es que serían cinco de entre 25 y 30 años “con tonada paraguaya”.

El avión robado es un Cessna 182 matrícula LVH BB y pertenece a la Asociación de Paracaidistas de Victoria.

El tanque de combustible de la nave estaba completo, por lo que se supone que los asaltantes aeronáuticos tienen varias horas de vuelo garantizadas.

Pero no todos abordaron el avión, ya que otro u otros de los que llegaron para huir furtivamente, también se llevaron un automóvil, el cual fue encontrado luego por personal policial, a pocos metros del lugar, en un camino vecinal.

Cabe consignar que en la avioneta sustraída también se encontraban al menos ocho equipos de paracaídas, los que se hallaban preparados para ser utilizados.

Detalles

Este martes por la noche, El Diario pudo dialogar con el jefe de la Policía de Victoria, comisario Mayor Ariel Silva, quien tras informar que por el momento había sido infructuosa la búsqueda, también brindó detalles del hecho.

El último dato que se recibió, a través de la Fuerza Aérea, fue que la avioneta alcanzó a ser divisada por los pilotos de una aeronave de línea, poco antes del mediodía, sobrevolando Resistencia –Provincia del Chaco-, pero hasta este momento no se ha vuelto a tener respuesta”.

“Según pudimos establecer con los testimonios de las víctimas, el lunes fue cuando estas personas tomaron contacto con los hermanos Aresca, de 33 y 37 años, que son de Rosario y son los paracaidistas. Ellos tienen una página en Internet y así los contactaron. Según dijeron, se encontraron en zona de Funes y la autopista que lleva a Córdoba y allí habrían pagado un adelanto de lo que le iban a cobrar por hacer varios saltos, aproximadamente 15, en una boda”, contó Silva.

“Por ese motivo, ya con esa seña, los hermanos, un piloto y un ayudante, que es el que arma los paracaídas, viajaron hasta el Aeroclub de Victoria y cuando llegaron estaba el cuidador de los hangares”, detalló.

“El primero en ser reducido fue el cuidador, al que redujeron y encerraron y después a los demás. No hubo violencia, los maniataron y los dejaron a todos en una habitación. Al último que encerraron fue al piloto, porque le hicieron cargar combustible como para una autonomía de 800 kilómetros”.

Finalmente relató que “quedaron todos encerrados, los despojaron de sus teléfonos celulares, una cámara especial, y al cuidador de un arma que guardaba. Uno de ellos se pudo zafar y desató a los demás. Habrán pasado unos 25 minutos y cuando salieron vieron que también les habían llevado el Chévrolet Ónix en el que habían llegado. El auto fue hallado a unas cinco cuadras y en el primer intento por analizar la ubicación, a través del GPS de uno de los teléfonos celulares robados, se advirtió que estaban en zona de María Grande, pero, repentinamente, el aparato dejó de enviar señales. Incluso salió un avión desde la II Brigada Aérea con intención de interceptar, pero no se pudo lograr”, expresó el comisario Silva.

En alerta

El martes por la noche, trascendió que desde Jefatura de Policía de Entre Ríos, además de tomar contacto con todo tipo de organismos de distintas fuerzas armadas y de seguridad, se irradió un parte destinado a aeroclubes para que se tenga en cuenta cualquier movimiento sospechoso, poniéndose a disposición de los mismos en materia de prevención. (El Diario)

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